Ya está en los concesionarios el nuevo Opel Crossland, la segunda generación de un SUV o crossover de estilo urbano, compacto, del segmento B, que viene en este 2021 muy cambiado en diseño, con aire fresco en su estética. Probamos la versión tope de gama, Ultimate, con el motor de gasolina 1.2 Turbo de 130 CV y cambio automático.
El Opel Crossland fue el primer modelo fruto de la colaboracion entre PSA (ahora Stellantis) y Opel. Llegó hace 4 años, para sustituir al Opel Meriva. De ahí que mantenga ese aire monovolumen en sus formas,con esa línea de techo alta y el portón muy vertical. Aunque por muchos otros detalles se reconoce como un crossover o todocamino: como estos paragolpes que simulan protectores, los anchos pasos de rueda o las barras de techo. También pierde el nombre de Crossland X para llamarse Crossland a secas, como ya le ocurrió al Mokka (enlace a la videoprueba del Opel Mokka).
Hace 4,22 metros de largo, 1’76 de ancho y 1,60 de alto. La batalla es de 2,60 metros y pesa 1,289 kilos. La versión que he probado tiene acabado Ultimate, el más completo, y una estética un poco más cuidada. Por fuera podrá gustar más o menos, pero está claro no deja indiferente. Es de esos coches por los que siempre hay alguien que se interesa, que te pregunta, y eso es positivo.
En su diseño destaca la parrilla cerrada, al estilo de un coche eléctrico, enmarcada en cromado, que empalma con los faros de tipo LED, que tienen función de luz de curva y largas automáticas. Parece un eléctrico, y visto de delante se parece al Opel Mokka.
Las llantas de este acabado ultimate son de 17 pulgadas. en el resto de versiones son de 16”. En este crossover llama la atención la banda cromada que recorre el lateral hasta los pilotos traseros, con un estilo muy retro, clásico. Contribuye a dar al techo un aire de techo "flotante".
En la trasera encontramos una banda negra brillante entre los pilotos. Por debajo se coloca el logo, en el centro del portón, y la denominación del modelo en letras grandes.
Los paragolpes, tanto el delantero como el trasero, tienen unos "protectores" muy pronunciados, en color plata en este Acabado Ultimate.
El salpicadero no cambia, es el mismo que montaba el anterior modelo. Tiene un diseño que potencia la sensación de espacio. La parte superior de este salpicadero es grande, profunda, va a buscar el vértice del parabrisas, que queda lejos, al estilo de un monovolumen. Es un coche que puede pedirse muy bien equipado, con entrada y arranque sin llave, cámara de visión trasera 180º o el techo solar panorámico, que es una opción solo para los acabados Ultimate y Elegance.
Los asientos son muy ergonómicos , y cuentan con la base del asiento extensible, un buen detalle. Encontramos un apoyabrazos central, pero al desplegarse hace difícil de accionar la palanca del freno de mano, que es de tipo mecánico.
Una novedad en este Crossland respecto al anterior es la pantalla táctil de 8 pulgadas del sistema de infoentretenimiento. Este sistema es ahora compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Los huecos para dejar objetos están bien conseguidos. Hay un buen espacio delante de la palanca del cambio, con dos puertos USB.
Opel ofrece algunas opciones que no tenía la unidad de prensa: el cargador inalámbrico, que cuesta 129 euros, y el head-up display, una rareza en este segmento: 415 euros.
Para acceder a las plazas traseras el ángulo de apertura de la puerta es bueno, aunque el hueco para entrar es estrecho. Es lógico en un coche de su tamaño. Pero me ha sorprendido que, una vez dentro, el espacio disponible es mejor del esperado. Hay buena distancia entre filas, muy buena altura al techo y la anchura es correcta. La banqueta es desplazable 15 centímetros y permite reclinar un poco el respaldo. El respaldo central puede abatirse y servir de apoyabrazos si es necesario. El mullido de este respaldo es blandito, como el de la banqueta. Resulta cómodo.
En estas plazas traseras encontramos un pequeño cofre con cortinilla y una toma de 12 voltios.
Buen maletero
El maletero ofrece un doble piso, y una capacidad mínima de 410 litros en posición normal, 520 con la banqueta de la segunda fila adelantada. En posición normal, la capacidad de carga entra dentro de la media del segmento. Si desplazamos la banqueta, claramente por encima. La capacidad máxima es de 1255 litros.
En los laterales hay dos portezuelas que dan paso a un buen hueco donde podemos dejar algún objeto de pequeño tamaño. Al levantar la robusta bandeja del piso se accede al espacio para la rueda de recambio, aunque en este caso lo que encontré fue un kit reparapinchazos.
Al levantar el capó se muestra el pequeño motor de tres cilindros de gasolina, de 1.2 litros de cilindrada, que en esta versión da 130 CV gracias al Turbo. Hay otra versión con el mismo motor y 110 CV, algo más económica, también Turbo. Y en diésel Opel ofrece un 1.5 con 110 o 120 CV.
El cambio es automático de 6 velocidades, una opción solo disponible para esta versión más potente de gasolina o para la diésel de 120 CV.
Este motor es ruidoso en altas, deja ver que se trata de un tres cilindros. Pero a la vez, es un motor que se nota potente, que empuja bien el coche, incluso cargado. No obstante, se une a un cambio automático de 6 velocidades, que es una opción en este acabado, de tipo convertidor de par Es un cambio lento, que puede parecer según la reacción que tenga hasta un cambio manual pilotado, por sus reacciones bruscas en ocasiones.
En teoría, el consumo medio de este coche es de 6,2 litros a los 100. En la prueba registró una media de 7,5 litros a los 100, con un mínimo de 5,6 en carretera y un máximo de 10 litros en ciudad. Es un consumo bastante alto en ciudad, la verdad, para ser un coche para uso principalmente urbano.
En carretera ofrece prestaciones discretas. Las suspensiones son cómodas pero a veces ofrecen reacciones secas, sobre todo en los badenes. Este coche monta atrás una barra de torsión. La dirección es poco informativa, aunque la dureza es correcta.
Buen frenado
Este todocamino estará disponible a partir de este año con sistema IntelliGrip, el mismo que Peugeot monta en sus SUV y que llama Grip Control . Se trata de un control de tracción con una programación específica para avanzar sobre terrenos deslizantes. El conductor puede escoger entre los modos nieve, barro, arena o la posibilidad de desactivar el ESP por debajo de 50 km/h.
No fue el caso, esta unidad de pruebas no montaba el sistema IntelliGrip. Con Intelligrip o sin él, el Opel Crossland no deja de ser un simple tracción delantera, como cualquier turismo. Y ya sabéis, para salir al monte mejor un coche con tracción integral, por lo que pueda pasar.
Conducir un coche con tracción delantera conlleva que a la que una rueda despega del suelo, se pierde la motricidad y quedas vendido. El coche no avanza, a no ser que le des un poco de inercia para superar el obstáculo.Es un coche pequeño, corto, manejable, muy ligero y con una correcta altura libre al suelo, da más juego de lo que esperas. Con una tracción integral mejoraría muchísimo. Aquí sí, hay que dar un punto a favor al cambio automático. Para off-road es mejor que el cambio manual, ya que facilita poder avanzar con suavidad sobre el terreno, con buen par abajo, y sin que se cale el motor.
El Opel Crossland es así, un crossover funcional, de espíritu básicamente urbano, pero también muy versátil. Algunos estaréis pensando que la competencia de este crossover la tiene en su propia casa, con el Opel Mokka. Pero pensad que el personal que acude al Mokka no tiene el mismo estilo y necesidades que el que quiere este Crossland, casi un monovolumen a tamaño y precio reducidos. No busquéis grandes prestaciones, ni un comportamiento dinámico excitante o un diseño deportivo. Buscad funcionalidad en el diseño, habitabilidad para un coche de su tamaño y correcto precio, y entonces el Crossland os puede encajar.
27.904 euros es lo que deberéis desembolsar para esta versión tope de gama, Ultimate, con cambio automático y motor de 130 CV . Con algunas de las opciones que habéis visto, como el pack que incluye la cámara de marcha atrás, el que incluye los asientos calefactables y el control de crucero, entre otros, y opciones como el techo solar panorámico, el precio de tarifa de esta unidad probada sube a 30.205 euros. En promoción se queda en 26.205 euros, incluyendo la compra del coche financiado.
Aunque recordad que tenéis un Opel Crossland desde 19.959 euros con promociones incluidas, con el motor de gasolina de 110 CV y acabado Edition.
Su estética me gusta y me parece un coche con más virtudes que defectos.